La cruz egipcia, o Ankh, no es sólo un amuleto antiguo. Es un portal arquetípico, una llave que abre puertas entre planos. Su forma encierra un mapa de la existencia: vida, muerte, y renacimiento. Es el hieros gamos, la unión sagrada de opuestos.
ENERGÍA Y PODER
En prácticas esotéricas, el Ankh no solo se lleva como amuleto:
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Puede ser cargado energéticamente con intención, usado en rituales para canalizar energía vital (prana/ka).
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Algunos adeptos lo usan en meditación sobre el chakra corazón, visualizando cómo irradia luz dorada y despierta la conciencia crística.
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En prácticas egipcias más avanzadas, es empleado como vara de poder, sosteniéndolo en dirección al iniciado para infundirle energía.