La pulsera de 7 nudos de color morado (o violeta) es un símbolo de transmutación, elevación espiritual y protección psíquica, que trabaja en planos mucho más sutiles que la tradicional pulsera roja.
Color morado en el esoterismo
En la tradición mística, el morado es el color del séptimo chakra (corona o Sahasrara), asociado con:
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La sabiduría espiritual.
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El despertar de la conciencia.
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La conexión con planos superiores (ángeles, guías, Yo Superior).
También está vinculado a la llama violeta, enseñada por el maestro ascendido Saint Germain, que simboliza la transmutación del karma y las energías negativas en luz. Por eso, llevar una pulsera de 7 nudos morada no solo protege: purifica, eleva y transforma.
Significado espiritual de los 7 nudos morados
Cada nudo actúa como un sello energético, pero en este caso, cada uno puede alinearse con un chakra o nivel del alma. Una lectura profunda sería:
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Primer nudo – Transmuta miedos y bloqueos físicos.
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Segundo nudo – Eleva la energía sexual y creativa.
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Tercer nudo – Libera el ego herido y fortalece la voluntad.
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Cuarto nudo – Abre el corazón al amor compasivo.
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Quinto nudo – Protege la voz interior y la verdad.
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Sexto nudo – Despierta la intuición y limpia pensamientos repetitivos.
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Séptimo nudo – Conecta con lo divino, y ancla la energía cósmica en el cuerpo.
🌌 Usos esotéricos y mágicos
1. Protección espiritual avanzada:
No se limita al «mal de ojo» terrenal; protege de energías densas, larvas astrales, hechizos sutiles o vampirismo energético.
2. Herramienta de meditación:
Ideal para quienes practican magia blanca, canalización, tarot, registros akáshicos o sanación energética. Ayuda a mantener el canal psíquico limpio.
3. Limpieza cármica:
Usada en rituales lunares, baños de descarga, o acompañando decretos de transmutación (ej. “Yo Soy la llama violeta…”).